martes, 16 de marzo de 2010

De la familia, el burro y las malas lenguas



Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un burro. Decidieron viajar, trabajar y conocer el mundo. Así, se fueron los tres con su burro. Acordaron subir al niño a lomos del burro para que no se cansara.

Al pasar por el primer pueblo, la gente comentaba:

— Mira ese chico maleducado; él en burro y los pobres padres, ya mayores, llevándolo de las riendas y caminando... ¡Qué barbaridad!

La mujer, apesadumbrada, le dijo a su esposo:

— No permitamos que la gente hable mal del niño.

El esposo bajó al niño y se subió él mismo al burro. Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba:

— Mira qué sinvergüenza ese hombre; deja que la criatura y la pobre mujer tiren del burro, mientras que él, el más fuerte de los tres, va tan cómodo encima...

Entonces, tomaron la decisión de subirla a ella al burro, mientras padre e hijo tiraban de las riendas. Al pasar por el tercer pueblo, la gente comentaba:

— Pobre hombre. Después de trabajar todo el día, debe llevar a la mujer sobre el burro y pobre hijo ¡qué le espera con esa madre que sólo piensa en sí misma!

Se pusieron de acuerdo y decidieron subir los tres al burro para comenzar nuevamente su peregrinaje y evitar las críticas al pasar por el siguiente pueblo.

Al pasar por él, escucharon cómo los habitantes cuchicheaban:

— Son unas bestias, más bestias que el burro que los lleva, ¡van a partirle la columna al pobre animal!

Por último, decidieron bajarse los tres y caminar junto al burro.

Pero al pasar por el pueblo siguiente no podían creer los cuchicheos y las sonrisas con sorna:

— Mira a esos tres idiotas: caminan, cuando tienen un burro que podría llevarlos...

Moraleja: vivamos nuestra vida sin hacer mal a nadie y que le den a la gente y a lo que piense. La mala baba es algo consubstancial al género humano y siempre van a encontrar algo en lo que hagamos o digamos para criticarnos. Nadie es perfecto y todos cometemos errores. Nada de sentimientos de culpabilidad. La única opinión que debe importarnos es la de los seres que realmente queremos. Lo demás, ya se sabe: criticar por criticar...

4 comentarios:

Lovelyfran dijo...

Y es que como dijo la gran Agrado en "Todo sobre mi Madre": "la boca está para dos cosas, para mamarla y para criticar".

Gárgamel dijo...

"Las fábulas de Nothingman" ;)

Con el gustito que da criticar...

Lovelyfran dijo...

¿Pero por qué nos gusta tanto criticar? Todo el mundo lo hace, ¿no?

genestel dijo...

De una forma o de otra, pero todos lo hacemos...

^^