jueves, 25 de febrero de 2010

Lavando sesos.

Hoy, mientras iba sentado en el tren, me fijaba en las lacónicas gotas de agua que se estrellaban contra el cristal de la ventana y morían angustiadas dejando caer sus lágrimas extrañas... esa era mi auténtica rayadura hasta que mi mente se ha dejado llevar -una vez más- hasta densos pensamientos, pensamientos que, por una cosa u otra, nunca se suelen decir... pensamientos sobre las personas que te rodean en la vida de cada día, en la vida de no-cada día, de personas que te acompañan en risas y en risas invertidas, personas que te dicen mil cosas bonitas y que te ofrecen la luna, el cielo y hasta el viento... ¡y las carcajadas se han escapado de mi garganta! A esas horas de la mañana (casi madrugada diría yo) nadie está para alegrías y el señor de enfrente ha bajado el periódico y me ha mirado de arriba a abajo con una cara gris y su mirada fija -puede que hasta un poco semilasciva...- y le he sonreído de forma agradable y sencilla, cosa que le ha debido gustar porque ya no me dejaba de mirar de forma escondida y su media sonrisa resultaba bastante interesante, pero bueno, eso ya es otra cosa y el tema es que mi mente ha divagado por una realidad bastante dura y muy, muy cruel.

He reflexionado sobre toda esa gente que se empeña en quedar bien delante del prójimo y en querer hacerle ver que daría todo por los demás... y todo bien lejos de la realidad. Y es que un trayecto de tren da para mucho-mucho. Y es que un trayecto de tren sirve como para lavarte los sesos y dejarlos secar en la calefacción y llegar como nuevo a clase, o al curro, o a la cita, o a lo que sea y así estar bien resuelto y despierto. Porque mis sesos han intentado entender cómo es posible que haya pasado un finde largo en casa de personas con una dilatada-experiencia-humana-que-saben-quedar-bien-ante-todos-y-que-luego-son-unos-hijos-de-puta haciendote sentir una verdadera basura y con ganas de darles unos cuantos puñetazos para saltarles los dientes o desearles que nunca jamás vuelvan a tener un mísero orgasmo.

Porque hay verdaderos hijos de puta escondidos en nuestros entornos y eso... eso es lo más fuerte. Pensadlo por un momento de forma fría y objetiva, sin sentimientos ni cosas parecidas, haced un examen a esas personas que nunca cierran la boca y que aplastan con su fuerza a los demás... seguro que tenéis alguno/a cerquita. Y esa es la guasa. Porque de una sacudida se podrían esfumar de nuestras vidas peeeeroooo si eso se hiciera habría muchas y demasiadas consecuencias negativas. Y hombre, creo que tampoco es eso. Así que mientras el caballero que tenía sentado delante -en estos trenes catalanes vamos sentados unos frente a otros para disfrute de unos y disgusto de otros- me repasaba ya sin ningún tipo de corte, vergüenza o miramiento y yo me diluía en ello, he llegado a la conclusión de que prefiero darles largas y darles un buen mordisco sangriento de vez en cuando para controlar mis nervios. Porque creo que no hay que darles demasiada importancia aunque te supuren por dentro, porque son seres de vidas vacías y de sexo extravíado que no saben regalar una sentida caricia ni tender sus manos... cuando los demás de verdad la necesitan.

Por cierto, ¡menudo paquete tenía ese compañero de viaje que leía el periódico...!

Y de regalo...





... ¡¡¡la mejor manera para animarse!!!

Y este finde -en una aldea perdida en una sierra casi desierta- pienso hartarme de orgasmos a la salud de todos (y todas) de los que se hayan sentido aludidos... "porque haberlos haílos".

^^

10 comentarios:

Roddo dijo...

Ha de ser por lo que dices que mi círculo de amigos se estrecha cada vez más. Por años visité, llamé y me preocupé por una familia completa y cuando no estuve a favor de una idea que afectaría a muchas personas, no importó todo lo que hice por ellos. Me convertí en su enemigo, al que había que basurear y desechar. Me dolió, pero no me importó, porque sabía que estaba en lo correcto... y ahora me buscan, para hablar como si nada, pero ahora no tengo tiempo para ellos, prefiero usarlo en.... en.... mirar el techo.

Lovelyfran dijo...

¡Felices orgasmos, Gene! :-) Yo tengo una compañera de trabajo que es así, como tú describes. La muy puta avasalla con su verborrea prepotente, y te chupa la energía y las ganas de vivir como si de un vampiro se tratara. ¡Cuántas cosas le diría a la cara a la inTEREsada si pudiera! Pero no puedo porque ella está por encima de mí, y de muchos otros, y de eso se vale la muy perra.

P.D.: Me ha encantado el regalito fotográfico... ;-)

SusanneCk dijo...

Ufff, entiendo muy bien lo que escribes, genestel.
También llamo a esta gente vampiros o gente ruin, que te amarga la vida.
Además añado a ellos los que intentan manipularte a su gusto. Lo odio y no sé por qué, pero atraigo a los manipuladores como la mosca a la luz.
Como Rodo, me he distanciado también de algunos "amigos" y en algunos he perdido el interés en absoluto.
Y si, antes la gente se interesaba más, estaba más preocupada, pero hoy en día veo sobre todo unas relaciones de usar y tirar. Amigos Cleenex. No sé a qué se debe, a la vida en general, a Internet, a poder coleccionar amigos sin dar más importancia.
Durante un tiempo me dolió todo eso mucho, pero he aprendido pasar más y tomármelo con algo más de filosofia, porque si no, los vampiros te chupan toda la sangre.
De otra cosa más me ha servido. Valoro ahora mucho más que antes los amigos que me quieren y que me aprecien de verdad. Para mi son un tesoro :)

Un abrazo y feliz fin de semana para vosotros!!!

Unknown dijo...

;))
Sorry no tengo ganas de decir nada, pero he estado y me ha gustado ;))

Lovelyfran dijo...

Bienvenido a LDV, Pau :-)

Manuel. dijo...

Miauuuu que guapos ¡¡¡¡¡

genestel dijo...

¡Están tremendos!

Acis dijo...

Hummmmmmmm, pues decirle a alguien hijo de puta a la cara a veces no esta mal, si realmente lo es, lo que está mal pensar que lo es y realmente no lo es, en ese caso mejor callar y luego escribirlo en un blog. pero yo, si me encuentro con un hijo de puta, de los de verdad, con su pedigrí y todo, no me cortaría, aunque a veces suelo fulminarlos con la indiferencia o la mirada. por cierto, estos de las foto, en que tren van, en que estación, parada, hora....?

genestel dijo...

Suelo decirlo cuando no puedo más... y mi cara paga siempre por ello... así que...

Creo que ya no quedan billetes para este tren, pero Acis... por ser tú, tienes entrada libre!Jjajajaja!

^^

Acis dijo...

halaaaaaa, que acaparador jajajajaja, tos pa tí, egoíiiiista